Escena que me hubiera gustado ver en el “Repechaje” de Feliz Domingo

Silvio Soldán:…sin repetir y sin soplar partes del cuerpo humano que terminen con “Onga”
Adolescente de los 80: mmmm… Poronga, pindonga…
(campanazo): ¡Clan, clan, clan!
Profesor Candial: Incorrecto, poronga y pindonga remiten a la misma parte del cuerpo humano.
Adolescente de los 80: ¡Un saludo para todos los que me conocen!
Ahhhh, aquella juventú…

Una cara dice más que mil palabras

Soy fisonomista, estoy convencido que la gente tiene caras que delatan muchas cosas. Está claro que el fisonomismo que practico no es una ciencia exacta pero tiene un margen científicamente aceptable; un golpe de vista y, a lo sumo dos frases y ya es suficiente para sacar alguna conclusión del tío en cuestión. Fallo muy poco y detalles más o menos la vengo pegando. A golpe de vista, las caras más fáciles de descifrar son las de chantas (esas son irrefutables). Después los pelotudos, los pesados y nerds en sus diferentes versiones. Como dije antes, hay un injusto margen de error que suele ampliarse cuando aparecen personas, sensatas, mesuradas o racionales, pero no es suficiente para cambiar el método, sea una forma de autodefensa, sea por un combo de prejuicios que cargo, una cara dice más que mil palabras y allí viene galopando la pregunta del millón: ¿Cara de qué tengo?. Por razones obvias, no me sirve verme al espejo, desgraciadamente ya me conozco demasiado, mucho tiempo he pasado a mi lado y ya tengo un verdadero prejuicio sobre mí. El fisonomismo funciona sólo a primera vista, después ya entran a tallar otras cuestiones o sea, ya nunca sabré cómo soy a primera vista. Quizás pueda valerme del testimonio de otras personas que me conozcan en el futuro, pero desconfío de la severidad de su método, la gente prejuzga mucho, es muy injusta…

Cupido, ese enano pretencioso

Me lo crucé varias veces pero corro rápido, apenas lo veía aparecer con ese vuelito rasante que sólo él y las gallinas tienen, me escapaba como un gato. Sí, él tiraba por si acaso uno que otro flechazo, pero ya se sabe: es bizco, así que no era muy difícil escaparle. Siempre intuí que además de bizco vive en pedo y no selecciona bien sus blancos, es como si a desgano cumpliera horarios de un laburo que no le gusta: cumple y tira flechazos, para eso le deben pagar, alguien tiene que hacer el trabajo sucio y le tocó al enano. La primera vez que me dio en serio (no con esas flechas de salva que usa a veces), recuerdo, fue en el medio del pecho, como en esos viejos westerns en los que a un vaquero le perforan el pecho sobre su caballo y cae como una bolsa de papas; ruidoso, seco, ni mú, dije… un gran flechazo, hay que reconocerle al enano. Viví con la herida varios años hasta que cicatrizó. Desde entonces no es que le tuviera miedo, pero, si se quiere, lo respetaba, prefería evitarlo, casi que lo olfateaba y como esos ñúes del Discovery channel, tomaba distancia al trotecito. No es mala la analogía; Los ñues saben que el encuentro con el predador es inevitable, que en algún momento se va a dar y por eso viven alertas, se la pasan olfateando el aire a ver si perciben la cercanía del león y ante la menor posibilidad, se alejan, la distancia siempre da ventaja. Y en eso andaba, al trote, olfateando alerta y bueno, el enano será bizco, borracho y desganado, pero no es ningún pelotudo, un día, sin que me diera cuenta, me lo topé de frente, a dos o tres metros no más y ya me estaba apuntando. No llegué a decir nada, era al vicio. Recuerdo, sí, que estaba más borracho que de costumbre, pero nada más, apenas el “zunnnngggg” del arquito ese y ya. Cuando abrí los ojos estaba ensartado.Nunca se lo voy a perdonar. Claro, la herida va a cicatrizar, pero, cómo duele, carajo. Enano de mierda.

Mentira parece, mentira…

Lo ví, lo ví, coño que lo ví, ahí está el guacho tomando impulso, agazapado suspirando una cuenta regresiva. Los hijos de puta como él hacen eso, esperan al miércoles para asomarse, ya la tienen calculada, si salen el miércoles el sábado están en su apogeo. Carajo, otro fin de semana con un grano en la napia… así no se puede, no hay caso, qué injusto, macho, qué injusto

Dios en días como hoy

Levantarse vivo, bien visto, es todo una celebración de la providencia; uno respira, se mueve hace pis y caca… en principio nada cambia radicalmente desde la noche anterior en la que nos acostamos esperanzados en ese nuevo amanecer. Dios, nos ha bendecido con su milagrito cotidiano y nos privó de la loca aventura de levantarnos corruptos por un tifus virulento o algo parecido a la lepra. Dios es un cretino, pienso, y no me cae bien: es mentiroso, malcriado, pérfido según los días y lo peor de todo, hipócrita; esos pequeños milagros cotidianos no le cuestan nada y los usa para lavar su imagen; es fácil ser generoso cuando das el vuelto: sus tristes milagritos cotidianos valen el consuelo del que están hechos, la irrefutable verdad divina de que todo siempre puede ser peor y por tanto el milagro de respirar, moverse y hacer pis y caca adquiere un valor superlativo. Pero es un milagro que no le cuesta nada; si el tipo creó el universo como dicen que hizo, le sobra paño para hacernos saborear más la dulce esperanza de la felicidad eterna a este gustito salado que tienen sus milagros de consuelo. Dios no hace méritos para que yo lo quiera y por suerte todavía no se propuso que yo escarmentara lepra mediante. No sé si eso lo hace más ruín todavía: no estoy seguro si la tolerancia no es otra forma de la soberbia.

Brainstorning

Bien, tengo que encontrar alguna idea piola y no se me cae una ni de rebote… veamos, lo mejor en estos casos es el clásico brainstorning, algo así como lluvia de ideas en el mundillo creativo. Bien, qué tenemos a mano… panza… pupo… pupo con pelusas; sí mi pupo siempre generó cantidades generosas de pelusa, mucha pelusa para un sólo pupo; creo que produce pelusa de forma indirectamente proporcional a la temperatura: en invierno, lo he comprobado, es la gran época de la pelusa, muchas pelusitas multicolores dependiendo de la ropa que lleve puesta. Es loco, pero recuerdo que no hace muchos años, diría no más de tres o cuatro, acumulaba en una cajita la pelusa que me sacaba del pupo. No sé por qué, siempre tuve manías tan rasas como esas.

Bien… el pupo no está mal para comenzar el brainstorning, ya sacamos dos o tres ideas interesantes. A qué podemos asociar el pupo y su pelusa… ¿Menem?. ¿Carlos Menem?. ¿Carlos Saúl Menem?. ¿Por qué asocio a mi pupo con el riojano?. Coño, mi subconciente me ha jugado una mala pasada. ¿Qué querrá decir esto?… Yo lo sé, soy Menemfóbico y de los primeros, siempre me dió cosita, ya antes de que ganara el en ´89 me caía mal. Pero, porqué entonces se me viene ahora a la mente asociado con mi pupo y sus ovillos. !Upa!, ¿No me gustará Menem?. Qué oscura revelación es esta… Dios, mejor dejo esto acá, hay cosas que es mejor ignorarlas.

… carajo el braisntorning mal usado puede ser peligroso.